6pm. Dirección Palo Verde.
Desde esta esquina puedo ver todo, el caos es el compañero en este vagón. Las caras de desesperación, inundadas de sudor, van de la mano con los cuerpos que salen aceleradamente al abrir las puertas en un movimiento casi inerte.
Es inevitable sentirme ajena a todo lo que está sucediendo, pero igual soy parte de ello, después de todo soy una usuario más en su trayecto de vuelta a casa.
Desde esta esquina observo tranquilamente mientras mi cabeza se mueve al ritmo del vagón, mientras me recuesto cómodamente en el espaldar naranja.
Me incorporo y salgo. Comienzo a formar parte de la marea inerte, sin embargo, sigo sintiéndome fuera de ella. ¿No suena como a analogía socio-política?
–¡¡Mamita, caminaaa!!
–Disculpe, es que no estoy aquí.
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2 comentarios:
Quizás a los lectores de tu blog o solo a mi, nos gustaría saber en donde estás, porque a Propatria no vas, solo de ida. Si vas y vienes y no estás, la siguiente pregunta es ¿por qué no te consigues en ninguna estación?
Te voy a dejar el comentario más lesbiano: Te leo y te escucho!
Casi como escuchar un cuento tuyo con una birra al lado.
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